Los académicos se hallan asombrados al comprobar en
documentos de inusitada antigüedad que la e y la f acabaron por remplazar a una
letra que era una mezcla de ambas.
Después de
analizar documentos recientemente descubiertos que han sido fechados a inicios
del siglo X, los académicos coinciden en su diagnóstico: la letra e (la más
utilizada en la lengua castellana) y la f sustituyeron a una letra cuya grafía describe
el presidente de la RAE, Josep María López, como “una e con un garabato en la
parte superior”. Este garabato se fusionó con lo que hoy es “el pie de la e”,
asegura.
Al parecer, el
error se produjo por la mala caligrafía de los monjes del monasterio de
Valparaíso, los cuales se cansaban de copiar los textos del líder de su orden,
Domenicus Tinglodis. Tinglodis tenía la costumbre de emplear al menos cien
palabras para pedir por favor o dar las gracias, lo que terminó con la
paciencia (y quién sabe si también con la fe) de los monjes del monasterio.
La nueva letra
triunfó porque aunaba “simplicidad y practicidad”, ha dicho Josep María López.
Sin embargo, según los académicos el descubrimiento exige una reinterpretación
de todos los textos que plantaron la semilla del castellano actual. Numerosas
palabras y contextos varían su significado al descubrirse que su lectura había
sido incompleta hasta la fecha de hoy. De hecho, la RAE ya ha solicitado al
Ministerio de Cultura Clásica un incremento del 10% de su presupuesto para el
año que viene.
El presidente
de la academia ha explicado que “nos espera un trabajo tan fascinante como
agotador” rehaciendo viejas traducciones y reinterpretando los textos a la luz
del símbolo descubierto. Incluso ha insinuado la posibilidad de que, para su
edición del 2022, la RAE añada palabras al diccionario que incluyan, como una
especie de homenaje póstumo, algunos de los vocablos perdidos.
Por su parte,
el ministro de Cultura Clásica, Tolomeo Martínez, ha confesado su “fascinación”
por el nuevo hallazgo y por “el misterio intrínseco del lenguaje”, aunque en
los pasillos de Moncloa ha comentado a sus colegas que no entiende cómo una
vieja letra puede salir tan cara.
Muy bueno!! Ingenioso!
ResponderEliminarUn saludazo, Carlos Gamissans!
Gracias, Susi. Inventar un lenguaje me parece demasiado laborioso, así que me conformé con una sola letra. Ya son varias las "noticias de ficción" que he publicado, a este paso conformaré una especie de subgénero jeje.
ResponderEliminar¡Saludos!
Fusionarán los sillones E y F de la RAE? Que derecho de prioridad invocarán Carmen Iglesias y Jose Luis Sampedro?
ResponderEliminarQue palabras empezaban por esa letra? Como afectará eso a las partidas de Apalabrados?
Jaja, buenas preguntas de difícil respuesta. Ciertamente, si una nueva letra se incorporase al alfabeto eso tendría grandes consecuencias, porque una letra significa un incremento enorme de significados y combinaciones. Es fantástico el modo en que el lenguaje expresa tanto partiendo de un número limitado de signos.
ResponderEliminarToda una entrada de ficciòn pero que bien pudiera tener tintes de realidad. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Gracias, Fus, aunque espero que no se haga realidad nada parecido porque tendría que revisar todo lo que he escrito, y me daría demasiada pereza.
ResponderEliminarUn abrazo
muy bueno!
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara, Lioris. Siempre hay una buena excusa para imaginar, ya sea la creación de una letra o cualquier otra cosa.
ResponderEliminar¡Saludos!
Buenísimo post,es un placer leerte!. Abrazos!
ResponderEliminarEl placer es mutuo, Pamela. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Muy interesante, no sabía que la "e" y la "f" fuera el reemplazo de otra. ¡Qué curioso! Gracias por compartir este tipo de información. saludos
ResponderEliminarJaja, pero por algo aclaro que este blog es literario y no periodístico. Ninguna de mis "noticias" deben tomarse demasiado en serio.
ResponderEliminar¡Saludos!