miércoles, 18 de febrero de 2015

Mi novela, ya en formato e-book: ideal para desconectar

Como he anunciado en las redes sociales, mi novela “Desconexión” ya está disponible en Amazon en formato e-book a un precio de 0,99€. Gracias a todos los que la habéis comprado en sus primeros días de vida. Espero que disfrutéis con la lectura y, si os apetece dejar alguna reseña (positiva o negativa), os estaré muy agradecido, pues a buen seguro me resultará de utilidad.    
 
Ahora trabajo para que la obra también esté disponible en papel a través del servicio de Amazon llamado CreateSpace. Está siendo un reto convertirse, además de escritor, en editor de mis propios libros. Mi objetivo es que el resultado sea lo más profesional posible. Hay aspectos del mundo de la edición en los que apenas había reparado, desde la forma de numerar las páginas hasta el establecimiento del precio, pasando por el formato de imagen de la portada. He optado por poner el e-book casi al precio mínimo, ya que mi objetivo es llegar al mayor número posible de lectores; creo que será más fácil que inviertan un euro que cuatro en un autor que no conocen. En papel obviamente tendrá un precio superior, aunque más bajo que el de las obras que publican las editoriales.
 
Ya lo tengo casi todo listo: solo me faltan algunos ajustes para encargar el ejemplar de prueba en Amazon y comprobar la calidad de la impresión. También tengo intención de hacerme con unos cuantos ejemplares para realizar una presentación. Mientras tanto, seguiré promocionando “Desconexión” a través de Internet (prometo no convertirme en un spammer insufrible).
 
A pesar de que se trata de una labor que consume mucho tiempo, no puedo negar que la afronto con optimismo e ilusión. Pero es difícil obtener visibilidad en el saturado universo de Amazon, así que en gran medida dependeré de vosotros. Os pido (e imploro y suplico :D ) que difundáis mi novela por todos los canales que juzguéis apropiados (también me sirve en tugurios de mala muerte, en comisarías o en las cárceles, llegado el caso). Si la leéis y os parece una basura, por favor no os cortéis en pregonarlo a los cuatro vientos. O incluso en denunciarme si consideráis que supone un atentado contra el buen gusto, apología del terrorismo o incitación a la pederastia. Para mí lo más importante es que no os cause indiferencia, que os entretenga y, si acaso, que promueva reflexión sobre la deriva que está tomando el mundo (aunque ya os anticipo que no tengo la menor idea de qué clase de deriva pueda ser esa).

Y bien, ya no me enrollo más por hoy. Pero sabed que volveré. Siempre vuelvo. El blog y la escritura son mis drogas.
;)

martes, 10 de febrero de 2015

Mi novela "Desconexión", a punto de publicarse en Amazon

 
Después de darle vueltas a la cabeza estoy decidido a publicar mi novela "Desconexión" a través de Amazon. Es algo que llevo estudiando bastante tiempo (incluso realicé un reportaje  sobre los escritores que se autopublican en esta plataforma).
 
Conozco a numerosos autores que, en general y a pesar de las dificultades, están satisfechos con este método de compartir sus libros. Las ventajas son varias: publicar es gratis (los libros en papel solo se imprimen bajo demanda), los pagos llegan con puntualidad y las regalías son más generosas que en las editoriales (algo lógico si se considera la reducción de intermediarios entre autor y lector). Por supuesto, lo más complicado es destacar en la inmensidad de obras que se publican todos los días. Espero contar con vuestra ayuda y aprovechar la formación en marketing digital que he recibido recientemente para lograrlo. Al menos, para que el mayor número posible de personas se entere del lanzamiento de la novela. Después quedará en manos del lector juzgar si merece la pena leerla.
 
“Desconexión” quedó finalista en un concurso organizado por la agencia literaria Punctum. Aunque este reconocimiento me ilusionó en su día, ha pasado el tiempo y no veo que la agencia esté realizando movimiento alguno para publicar mi novela (ni, imagino, las de los otros finalistas, pues el concurso quedó desierto en la modalidad en que me presenté). Ello me hace pensar que, ya sea por motivos comerciales o de cualquier otra índole, no tienen voluntad de apostar por mi libro. Mayor motivo para no esperar más y autopublicarlo.
 
El protagonista de la historia es Ricardo, un estudiante universitario que dedica casi todo su tiempo a navegar en Internet. Un día, mientras revisa sus seguidores en las redes sociales, se da cuenta de que la conexión no funciona. El tiempo transcurre y la Red no reaparece: se ha producido, por causas desconocidas, una desconexión global. 
 
La sociedad trata de adaptarse a la nueva situación, pero el protagonista encontrará dificultades especiales. Obligado a abandonar su caparazón virtual, las peripecias que habrán de sucederle cambiarán su personalidad y su forma de ver el mundo. Su vía de escape será la literatura. Intentará escribir una novela, pero tras varios tropiezos se dará cuenta de que lo más literario que puede hacer es contar su propia historia.
 
"Desconexión" explora aspectos como la dependencia de la tecnología, los puntos más oscuros de Internet, las identidades que allí se desarrollan (a veces enfrentadas abruptamente con la realidad), la dificultad de volver a un pasado que no se conoce… y también el proceso de creación de un libro. Os dejo estos links por si queréis ampliar información sobre la novela:
 
También quiero mostraros la que, de no mediar cambios de última hora, va a ser la portada: 
 
Si también me leéis en las redes sociales sabréis que he pedido opiniones que me han ayudado a establecer este diseño entre las diferentes opciones que me propusieron. Tengo mucha ilusión por ver finalmente publicada mi novela y descubrir las reacciones que genere. Todavía he de informarme sobre algunas particularidades de Amazon para no cometer errores en el proceso de publicación, pero puedo adelantaros que primero podrá adquirirse en formato e-book y después en papel. Ya os comentaré las fechas de lanzamiento cuando se conozcan.
 
Un abrazo y gracias a todos los que me acompañáis en el fascinante viaje sin retorno de la escritura.       

martes, 3 de febrero de 2015

Sobre los grafiteros y sus obras (o lo que sean)

 
Muchos escritores se obsesionan (o al menos galantean) con la idea de “dejar huella” en sus lectores y también en sus ciudades o países de origen. Algunos como el infausto Kafka lo han conseguido sin pretenderlo. Pero si su única ambición es ser recordados, tal vez deberían abandonar la literatura, acudir a una tienda especializada y hacerse con unos cuantos espráis de colores.
Siempre me ha llamado la atención el arte urbano y en especial el grafiti (forma de expresión, filosofía de vida, arte o manchas intolerables en el espacio público, según a quién le preguntes). Soy de esos que se paran a mirarlos en las paredes, trenes o persianas de los comercios, como si fueran cuadros expuestos en galerías (¿por qué habrían de merecer menos respeto?).
Algo está claro: los grafiteros (también llamados “escritores”) poseen un optimismo férreo. No importa cuánto pretendas alejarte del mundo: siempre te toparás con una pintada aun en el lugar más inverosímil, donde podría pensarse que nadie va a verla. A veces el mensaje es críptico, otras ofrece pocas dudas acerca de su interpretación. En ocasiones el grafitero ha dedicado muchas horas a pulir su estilo y se considera un artista o un revolucionario; en otras se trata de un hobby más o menos excéntrico.
 

Vandalismo o arte, ¿qué más da? Desde que Duchamp se atreviera a meter un urinario en un museo, las fronteras se han ampliado hasta desdibujarse. Como dijo uno de ellos, “el grafiti es el lado más artístico del vandalismo o el lado más vandálico del arte”. http://www.valladolidwebmusical.org/graffiti/historia/08filosofia.HTML
 
La ambigüedad de las definiciones no amortigua el impulso que les obliga a salir de sus casas aerosol en mano mientras todos duermen, siempre con un ojo puesto en la superficie alterada y otro en los alrededores, por si un policía les intercepta. El grafiti está prohibido y, aunque algunos de sus practicantes lamentan esta situación e intentan revertirla, otros lo consideran parte de su encanto. Si no la sienten per se, la rebeldía se les impone.
 
Pintar les ayuda afrontar sus miedos, expresar lo que llevan dentro, romper la monotonía y provocar un impacto en la ciudad. Con frecuencia desarrollan una firma que les identifica en el gremio o les sirve para reafirmarse. Ves letras que se repiten en calles aledañas con diferentes trazos y colores, como la sombra vacilante de un estilo aún por definir, y te preguntas por la persona que las ha grabado. Quizá nunca sepamos quiénes son, pero han dejado su marca (no indeleble sino efímera, ciertamente, pues las bayetas municipales los borran sin piedad, y también hay grafiteros que se dedican a pintar encima de sus colegas, en feroz competencia por marcar sus territorios).
Verso anónimo en el indescifrable espacio urbano. Figura monstruosa con corazón de ángel. No concibo la metrópolis sin ti; barrio sin grafiti no tiene alma, como historia sin guerras o literatura sin poesía. Bendita seas, feroz anomalía. Que ninguna ley detenga tu audaz movimiento. Porque los barrios pertenecen a quienes viven en ellos y no a quienes legislan sobre ellos.
Me permito, sin embargo, unas recomendaciones a estos idealistas de la noche: explicad el sentido de vuestros actos, estableced la diferencia entre un verdadero grafiti y unas pintadas sin criterio, construid vuestro propio relato para combatir a los que os juzgan meros camorristas. Y, sobre todo, no dejéis que el poder os domestique legitimando lo que hacéis, organizando concursos y habilitando espacios que cercenen vuestros sueños ilimitados. Tampoco permitáis que la ambición os ciegue hasta el punto de no atender las justas objeciones que se os presenten. Pero sobre todo no paréis de crear ni de creer, pues no somos pocos los que celebramos en silencio la energía que os alienta y la personalidad que conferís a los espacios que habitamos.