miércoles, 22 de junio de 2011

Sobre los porqués y el hasta cuándo de las desigualdades


¿Por qué hay países ricos y pobres? La respuesta a esta cuestión ha sido perseguida, evitada e ignorada muchas veces a lo largo de la Historia. Existen teorías encontradas que, de parecida forma a como los médicos se ocupan de las enfermedades, buscan hallar el diagnóstico correcto y el tratamiento que conduzca a la curación de las desigualdades. Sin embargo, ninguna de las medicinas suministradas por los gobernantes han aliviado en exceso la situación de los países subdesarrollados. De hecho, las diferencias entre ricos y pobres tienden a aumentar en los tiempos modernos.

Este problema es de todo menos nuevo. Existen precedentes ya en 1637 con la crisis de los tulipanes, cuyo aumento de precio provocó una gran burbuja económica en Holanda. Nuestro país se encuentra en un barrio rico del mundo como es Europa. Pese a ello, recientemente la crudeza de la crisis ha despertado conciencias cristalizadas en las manifestaciones del 15-M. Defienden una democracia real y acusan al capitalismo, imbuido de las tesis modernistas, de transformar al ser humano en una mercancía. Es el discurso que confunde el “yo soy” con el “yo tengo”.

No es objeto de este ensayo la reflexión acerca de los principios democráticos que sienten arrebatados los manifestantes. Me limitaré a apuntar que un sistema que defienda de un modo más activo la participación ciudadana impulsaría el nivel cultural de la población. Entiendo y comparto las quejas de aquellos que lamentan la escasa capacidad crítica de muchos ciudadanos. Pero no se trata tan solo de una cuestión común, sustentada en infinitas reformas educativas y nuevas asignaturas. Influye mucho la motivación por aprender y meditar sobre los grandes problemas (y sus posibles soluciones) que debilitan el “músculo social”, por utilizar la expresión de Iñaki Gabilondo. ¿Pero qué motivación puede hallar la gente si al final todas las decisiones las toman los políticos, en direcciones que con frecuencia ni siquiera habían apuntado en sus programas electorales?

Volviendo al asunto que articula el ensayo, en mi opinión la teoría de la modernización, que considera la pobreza como mera consecuencia de un atraso tecnológico, ha fracaso en gran medida y no puede sostenerse a largo plazo. Bien es cierto que se han producido notables avances en calidad de vida a lo largo del siglo XX, pero también existen pueblos para las cuales la “modernización” ha supuesto una trágica pérdida, al horadar sus raíces ancestrales y provocar la absorción de su cultura en un canon occidental que no necesariamente ha de ser universal. Estimo imposible la exportación de un “Estado del bienestar global” que ampare de forma razonablemente similar a Mauritania y a Estados Unidos, por ejemplo. De hecho, según el informe Worldwatch de 2004 harían falta los recursos de tres planetas como el nuestro si todos los países asumieran el modelo de consumo de las naciones más desarrolladas.

En este sentido, concuerdo con las tesis que defienden la condonación de las deudas a los países en vías de desarrollo. Al fin y al cabo, tienen parte de razón autores como Andre Gunder Frank al recordar que la explotación colonial ha facilitado a los países occidentales la posesión del poder económico y político. Se deben controlar los flujos financieros para impedir que el capitalismo, comandado por las multinacionales, se constituya en una especie de prolongación del imperialismo. En cualquier caso, es exagerado afirmar que las naciones ricas deben su posición en exclusiva al expolio de las pobres, pues ya partían con una ventaja tecnológica (bélica, al menos) que les permitió la conquista de nuevas riquezas en los países colonizados.

Los intentos de la cooperación internacional por atenuar las desigualdades en el mundo, sin que hayan fracasado por completo, no terminan de encauzarse correctamente. Para empezar, los gobiernos no tienen ninguna obligación de ayudar a los países necesitados. Lo hacen cuando quieren, en las condiciones que les placen y pensando siempre en obtener un beneficio. Hay organizaciones sociales que tratan de impulsar esta lucha. Pero, aunque su influencia crece, es insuficiente para competir con los gobiernos y sobre todo las empresas que, desde luego, no se guían por criterios altruistas sino por la persecución del beneficio económico.

Pensemos que en la sociedad española – y en muchas otras – existe un sistema tributario que establece una mayor carga impositiva a las rentas más altas. Algunos ideólogos soñadores han pensado que sería posible instalar algo así a escala internacional, con impuestos obligatorios para las naciones ricas destinados a corregir las enormes desigualdades del mundo. No obstante, hay una diferencia fundamental entre ambos planteamientos. A los ciudadanos se les obliga a pagar impuestos, ¿pero quién obliga a las potencias a sacrificar parte de su hegemonía política y económica en beneficio de los países no industrializados?

Mientras no exista una voluntad colectiva, firme, que no eluda la incómoda realidad de que el desarrollo sostenible es difícil de sostener, va a resultar muy difícil que las grandes empresas y los gobiernos más poderosos renuncien a su dinero y a su poder. El problema de las desigualdades no se soluciona con ayudas puntuales; no es una cuestión de caridad que se resuelve enviando despojos. Urge un compromiso real entre naciones y un hermanamiento entre pueblos que, por desgracia, no se vislumbra hoy día.

10 comentarios:

  1. Hola Carlos.
    Magnífico ensayo.
    No obstante, hablas en términos supranacionales, de países ricos y países pobres. No hay que irse a Somalia para ver la pobreza. En España, mucha gente (sobre)vive por debajo del umbral de la pobreza. Entiendo que para modificar el sistema financiero mundial y orientarlo a un modelo más igualitarios, primero tenemos que empezar corrigiendo lo que tenemos en casa.
    El primer problema que tenemos los españoles es la excesiva representatividad política. Es decir, tenemos instituciones públicas hasta en la sopa, representantes políticos a nivel municipal, provincial, autonómico, estatal... ¿sabes en cuántos sueldos se traduce éso, más coches oficiales, más dietas y un largo etcétera? Por no entrar en el desproporcionado cuerpo funcionarial que ocupan los puestos de esas instituciones, los cargos de confianza... ¿Qué tiene que ver toda esta exposición con tu ensayo? Pues que el gobierno de turno se ve obligado a recaudar ingentes cantidades de dinero para hacer frente a tanto gasto público, en la mayoría de ocasiones, innecesario. ¿De dónde saca el dinero? Pues mira, dices que en España "existe un sistema tributario que establece una mayor carga impositiva a las rentas más altas". Esto es solo un espejismo. Te pondré un ejemplo. Un trabajador cobra 12.000 € en el año, y le retienen 1.100 €. Otro cobra 40.000 y le retienen 8.000 €. Cuando hacen su declaración de la renta, al primero no le devuelven nada, pero el segundo, como tiene una hipoteca y dos hijos, le devuelven el 95% de lo retenido. ¿Quién pagó más de impuestos, al final? O sea, el gobierno cobra y el gobierno devuelve. Entonces, su punto de mira se dirige a otro objetivo: el empresario. El empresario es el recaudador del iva del estado y es, aunque nos hagan creer lo contrario, el que soporta mayores cargas impositivas. El gobierno machaca al empresario y éste, en su afán por sobrevivir, machaca al trabajador. Es una cadena. Estoy harto de ver cómo trabajdores en paro intentan montar su propio negocio para tener una fuente de ingresos. Al poco, la mayoría se ve abocado al cierre debido a las desproporcionadas cargas fiscales, que hacen inviable el proyecto empresarial. Un trabajador que cobre 1.000 €, cotiza a la seguridad social un 7% aproximadamente, unos 70 € que se le descuentan de su sueldo. Un empresario cotiza fijo unos 280 €, sobre una cotización de 840 €. Si el empresario se lleva 1.000 € limpios para su bolsillo, pagará 280 € sí o sí, con menos protección que un trabajador por cuenta ajena.
    En fin, que me he enrollado demasiado. Que existen soluciones para equiparar las clases sociales, pero hay que empezar recortando gastos estatales y disminuyendo el ingente número de representantes que tenemos.
    Un abrazo.
    Francisco

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  2. Vaya, Francisco me has quitado la palabras de la boca, lo único que puedo decir es que lo estoy sufriendo día a día en mis carnes, aunque tengo la suerte de que a mí, no me va nada mal. Pero cada día lo veo sufrir en mis clientes, la mayoría autónomos, que deben hacer virquerías para llegar a fin de mes, y ya no digamos de pagar los trimestres, los ivas, las cuotas de S.S, (esto último tiene mucha gracia...) Un saludo, gran post Carlos.

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  3. En cuanto al tema del ensayo, debo confesar que no lo elegí yo, sino que me vino impuesto, pues lo escribí para una asignatura que he cursado sobre cooperación internacional. Pero es muy cierto lo que dice Francisco. En España también existe la pobreza, más aún en estos tiempos en que encontrar trabajo no es nada sencillo. Siempre he pensado que nos sobran políticos. El Estado de las autonomías, como concepto puede ser muy bonito, pero es algo difícil de sostener. En países como Francia y Alemania tienen un único Parlamento que representa a todo el país, y con el dinero que nosotros gastamos en los parlamentos y televisiones autonómicas, por ejemplo, pueden invertir más dinero en educación, sanidad, fijar unos salarios mínimos superiores, unas pensiones mejores, etc.
    Es una lástima, pero en España no somos conscientes de que vivimos por encima de nuestras posibilidades, concediéndonos lujos que ni siquiera se contemplan en naciones más poderosas.
    Gracias por vuestros comentarios, que no son menos valiosos que la entrada original. Un abrazo.

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  4. ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazón
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    COMPARTIENDO ILUSION
    CARLOS

    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesía...




    ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE STAR WARS, CARROS DE FUEGO, MEMORIAS DE AFRICA , CHAPLIN MONOCULO NOMBRE DE LA ROSA, ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER ,CHOCOLATE Y CREPUSCULO 1 Y2.

    José
    Ramón...

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  5. Hablar de las desigualdades entre los países, en términos de pobreza y de riqueza, no es asunto simple ni mucho menos sencillo. Todo él obliga a verlo desde muy diversas perspectivas y con enfoques de gradualidad distinta. Pero el hecho de que hayas metido el tema en tu blog, Carlos, es ya un buen y necesario recordatorio para los que vivimos en este mundo brutalmente apachurrado por las manos de unos tipos y tipas enloquecidos por el poder del dinero. Con esto quiero advertir que, incluso, la idea de países pobres y ricos está dejando de ser -referencialmente- una realidad claramente definida o delimitada. Los dueños del gran negocio (mejor conocido como mercado global) han renunciado desde hace años a sentirse ciudadanos de un país determinado. Hoy hacen una fiesta en Sud Africa y mañana discuten los efectos de la fiesta en Escocia, en Canadá o en Japón si la temporada está bien. Es verdad que a veces estos tipos invitan a tales y a tales presidentes de tales y tales países, pero no son más que eso, invitados a los que se les da un lugar en la mesa donde se departen los manjares provenientes de sus tiendas que hay en casi todo el mundo. En tal mesa no es uno u otro país el tema de la conversación, sino el negocio que se puede hacer en tal o tal país, sin que importe si el negocio implica cerrar otros negocios en ese mismo país. Y así como podemos ir reconociendo esta lábil realidad que llamamos países como algo que se nos va de los dedos y se nos cae de la boca, así también ocurre, me parece, con la idea que alguna vez nos hicimos de "la sociedad". Me parece que también esta idea está a punto de hacernos cuestionar sobre lo que con ella estamos queriendo decir. Digamos que cada vez más, estamos hablando de realidades cuyo rostro se nos presenta o lo imaginamos apenas en un esbozo o, mejor,nos hace ver que estamos ante algo incierto para ser descrito sin caer en los fondos del malentendido y del error, de la inexactitud plena, pero inevitable, por cuanto que, a veces, lo que nos habla y nos aconseja es algo tan incierto como la rabia y la impotencia para hacer cambiar esta realidad que nos está matando en el mundo.

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  6. Tienes mucha razón. Hoy en día la economía domina a la política (y el mercado a los estados). Ya no existe consenso respecto a cómo las naciones emergentes deben progresar, ni sobre la noción misma de progreso. Muchos creen que el mercado debe ser corregido, y las privatizaciones limitadas. El crecimiento económico no puede ser el principal objetivo de los países, sobre todo si para lograrlo se retrocede en aspectos que repercuten en el nivel de vida de la población, como la educación o la sanidad.

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  7. Hola, yo salí a hablar al micro abierto en una de estás plazas del 15 M, y sinceramente dije lo que tenía que decir. Se habla de crisis económica, pero en este país también existe una crisis moral, ética y cultural. A nivel cultural este país me da vergüenza comparado con centro-Europa... El tema de las desigualdades sociales es complicado de tratar... y sí yo también condeno al capitalismo, visto lo visto no funciona en este país, y además dónde se ha visto que un multimillonario pagué un 1% de su fortuna a Hacienda y este exento de hacer la declaración de la renta??? Pues aquí señores, aquí... Made in Spain... vergüenza... Hay un libro bastante bueno y que recomiendo siempre que surge este tema que se llama "LA TERCERA OLA" de Alvin Toffler, es un poco antiguo pero en algunos aspectos sigue totalmente de actualidad. Hace tiempo en mi blog trate este tema también y quizás te interese este post:

    http://luzypenumbracultura.blogspot.com/2011/03/el-crimen-contra-la-humanidad.html

    Un saludo y muy buena entrada! :)

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  8. Tanto el capitalismo como el comunismo son dos maneras puériles de simplificar el pensamiento y de orientar la acción del ser humano. Esperemos que esa tercera ola o tercera vía que intenta desmarcarse de las ideologías tradicionales consiga aportar algo de luz al siglo XXI.

    Muy interesante tu artículo, por cierto. Saludos

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  9. Buen texto. Muy conmovedor.Fue un gusto leerte y visitarte. Me gusto' tu espacio. Seguiré visitándote con tu permiso. Te envío un saludo fraternal desde este espacio.que tengas un excelente día.

    http://socialculturalyhumano.blogspot.com/

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