La Luna ha visto nacer y morir a todos los hombres y a todas las mujeres, los ha visto brillar y compungirse, batirse en duelo y besarse, darse un abrazo y una estocada, escribir poemas e inventar mitos, quemarse y dominar el fuego, oler sus barros y sus flores. Los ha visto enjoyados y desnudos, hambrientos y obesos, excitados y mustios, chillando y en silencio.
Y no solo ha visto. También ha inspirado, con su presencia misteriosa, obras sublimes y temores baldíos; ha orientado y extraviado a numerosos viajeros. No existe claridad tan digna como la que, cada noche, ofrece a quien levanta la cabeza.
No sabemos si existe Dios; la Luna es la única divinidad visible. ¿Qué diría, si quisiera hablar, de todas las proezas y dislates protagonizados por la santa maldita humanidad?
Precioso. Me ha encantado.
ResponderEliminarSiempre miro la luna como ilumina la noche y me pierdo en su luz.
Me has recordado una película en la que en el futuro la luna tiene una parte destruida. Pienso que como siempre está allí aveces no le prestamos la atención que se merece. Si no la tuvieramos la echariamos mucho en falta.
Como ya te dicho me encanta tu homenaje.
Muy bonito, Carlos.
ResponderEliminarAunque se te ha olvidado algo: perdición de hombres lobo y zorros que confunden su reflejo en el agua con un queso... ;D
Un abrazo, amigo.
Francisco
Y la Luna es también la distracción y la perdición de los conductores que la ven reflejada en el mar; ese claro objeto de deseo, saludablemente inalcanzable salvo para los más intrépidos astronautas.
ResponderEliminarMe alegro de que os haya gustado mi pequeño homenaje, y también de no ser el único que vive de vez en cuando en la Luna, aunque solo sea a través de la imaginación o una mirada fugaz.
Abrazos
Qué sería sin la luna el poeta, qué sería sin la noche el filósofo, qué sería de Pink Floy si no hubieran conocido el lado oscuro de la luna.
ResponderEliminarSaludos
Añadan la "d" a Floy, que a mis dedos se les cayó de las uñas.
ResponderEliminarComo decía Machado, la Luna es la amante del poeta. Su influjo y su capacidad inspiradora parecen no tener fin.
ResponderEliminarUn saludo y gracias a todos por vuestros comentarios.
La luna es una referencia, algo que siempre está, que maravilla por su lejanía y su sentirse tan cerca, por alumbrar la noche y dar a la vista y al paisaje un toque de misterio. Y con razón muchos la sentimos diosa
ResponderEliminarMuy bien dicho. Tan solo me permito añadir que la Luna no es solo una diosa, pues en algunos países como Alemania tiene género masculino.
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