viernes, 17 de junio de 2011

Sobre la vida y el arte contemporáneos


Durante años fui incapaz de apreciar las diversas manifestaciones del arte contemporáneo. Lo juzgué profano, vulgar, ni siquiera merecedor del noble calificativo de artístico. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que los reparos que le guardo son los mismos que me provoca la vida diaria. Al fin y al cabo, el arte no sirve solo para complacer (y engañar) a los sentidos, sino también para reflejar el pulso de una época.

Hace unos días acudí al Museo Pablo Serrano, en Zaragoza, donde disfruté viendo trazos irregulares de esculturas sostenidas en el aire que podrían ser el esqueleto de las nubes, o una radiografía de la ajetreada vida postmoderna. Me llevé un folleto, por supuesto, porque hoy en día parece que si no te llevas uno no has estado en un museo ni en ninguna parte. También disfruté viendo la ciudad desde lo alto, en la terraza situada en el piso superior. ¡Qué pequeños se han quedado los árboles ante los edificios! Y la crisis no se ha llevado por delante las grúas, espías ciegos que se extienden en todas las grandes urbes, igualando en altura a sus monumentos más emblemáticos.

Me atravesó una curiosa sensación al observar los coches y los autobuses sin oír su bullicio, amparado por las piezas cúbicas e insonorizadas que componen el edificio del museo. De pronto dudé de la existencia misma de los vehículos. Una ciudad sin ruido no es una ciudad, sino un fantasma que se mueve como un péndulo.

Me gustó la obra de un artista que trazaba cuadros en un bosque donde se observaban distintas formas del paisaje contemporáneo. Hoy no son los árboles, sino los mensajes mediáticos, las sombras de los rascacielos y los cebos del mercado lo que nos impiden ver el bosque de la vida. Cerramos un momento los ojos y, al abrirlos de nuevo, nos han colocado nuevas vendas invisibles que hacen la vida más fácil, simplifican nuestras elecciones… pero nos arrastran al centro de una vorágine donde todos somos idénticos: seres también irracionales, aunque de una forma distinta a las demás especies, gregarios amordazados que siguen un hueco compás…

9 comentarios:

  1. “Las obras de arte no se hacen. Las obras de arte ocurren.” (A. Baricco)

    “Lo característico del nuevo arte, desde el punto de vista sociológico, es que divide al público en estás dos clases de hombres: los que lo entienden y los que no lo entienden (...)
    Cuando a uno no le gusta una obra de arte, pero la ha comprendido, se siente superior a ella y no hay lugar a la irritación. Mas cuando el disgusto que la obra causa nace de que no se entiende, queda el hombre como humillado...”
    (Ortega y Gasset, La deshumanición del arte)

    Te recomiendo las pinturas de Kirchner, hace poco también pude ver obras suyas en una exposición. Un saludo desde Luz y Penumbra!

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  2. Recuerdo que a mi profesora de Historia del Arte se la preguntó sobre el arte contemporáneo en una de nuestras clases en bachiller. Habían abierto recientemente el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y en breve abrirían el Museo Picasso. Y la respuesta fue: necesitas estudiar y conocer toda la historia del arte para entender el arte actual.

    Me he licenciado en Historia del Arte y sigue habiendo ocasiones en las que visito el mencionado CAC o veo obras contemporaneas y sigo quedándome igual xD. Normalmente los famosos folletos me pueden ayudar a hacerme una idea pero hay veces que ni eso.

    Pero si algo he aprendido en la carrera estos años es que el arte, por mucho que se empeñen muchos, es muy subjetivo, casi una experiencia personal. Uno de mis profesores lo resumió con la siguiente frase:

    "El arte es aquello que convenimos de llamar arte"

    También es como crítica a la propia profesión, por la costumbre que tienen muchos historiadores del arte de interpretar (y sacarle cientos de significados) obras de arte que no son más que representaciones de las propias cosas de la vida,cosas abstractas o no... y representadas de forma más o menos abstractas.

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  3. Muy interesantes vuestros dos comentarios. Y muy cierto eso de que a veces los intérpretes del arte acaban inventando una obra nueva que poco tiene que ver con la original. El arte, al fin y al cabo, es como la energía: nunca se destruye, sino que se transforma. Y es polisémico por naturaleza.

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  4. Creo que la vida es un arte y hay arte a todos lados donde miremos, es sólo cuestión de gustos y de la etapa de la vida en que estemos.
    Muy bueno tu post!!

    saludos!!

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  5. Yo también lo creo, Patricia. Hay algunas personas, objetos o lugares en los que la belleza reluce y sería imposible no verla. Sin embargo, los grandes maestros son capaces de convertir en arte incluso un calcetín sucio.

    Un abrazo

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  6. Siguiendo el rumbo de las citas, hay ésta que dice: "Hoy la pregunta no es qué están haciendo los artistas, sino quiénes están haciendo a los artistas" (Rubert de Ventós) O si de humor se trata, está esta otra que surge de la pregunta: "¿Qué es el(h)arte?" "Morir de frío".
    Me parece que el arte, como la razón, como la verdad y como otros tantos conceptos, es valor otorgado por un cierto sistema en un cierto contexto y por un cierto grupo social en el poder.Pero también es cierto que hay artistas cuyo trabajo escapa al valor otorgado por los grupos en el poder, y pasan por la vida como poco menos que sombras en la noche de la indiferencia social.

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  7. Y luego esos artistas olvidados son, en ocasiones, reconocidos como visionarios, y sus obras se analizan en las universidades y centros culturales. Bien es cierto que existe un canon impuesto desde Occidente que determina lo que es Arte, reduciéndolo a una esfera más pequeña de la que merece e ignorando numerosas manifestaciones interesantes.

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  8. Normalmente, cuando contemplas un cuadro, o cuando lees un libro un observas detenidamente una fotografía, grafiti y un largo etc, se pueden aprender muchas cosas de las que dicen, porque todas ellas hablan, te cuentas cosas aunque no quieras oírlas, todo es cuestión de dejarse llevar por la expresión o el concepto, pero cuando alguien fabrica algo, sea un escrito, un cuadro... lo que sea, siempre plasma pedacitos de él y de su forma de ver la vida, lo cotidiano, que tantas veces se nos escapa en nuestro puñetero día a día. Un saludo y gran post.

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  9. El arte es eso, arte, y por tanto y pese a la academia que pueda tener el creador, siempre será la expresión de su propia óptica y de su sentir, sólo hace falta identificarse con el resultado en cualquiera de sus manifestaciones!

    Excelente tu publicación!

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