Una partida de ajedrez marcaba los compases de su vida: lenta, silenciosa y solitaria… horas y horas frente a otra persona, con la que no podía comunicarse y a la que no debía siquiera mirar… sólo podía competir con ella y tratar de vencerla… él habría preferido estrecharle la mano y charlar un rato… pero esas no eran las reglas.
Movió el peón de acero dos casillas… planeaba una apertura ofensiva, buscaba dar caza a su rey lo antes posible… se defendió como pudo, y su adversario logró mantener la iniciativa de las blancas desde la primera jugada hasta la última… las negras siempre defendiéndose, siempre a la expectativa del movimiento del contrario.
Dos horas de partida y aún no lo veía nada claro… iba a perder, seguro, pero aún no sabía cómo… el tic tac del reloj sonaba más rápido, se acercaba la hora… aquel peón que avanzó dos casillas va a avanzar una sola… pero se convertirá en reina, y dispondrá el tablero a su antojo.
¿Por qué estoy jugando, si no me importa el triunfo o la derrota…? Ni siquiera sé por qué se asocia el triunfo a la victoria, y el fracaso a la rendición… me sentiré un perdedor aun ganando, porque este no es el juego que yo quería… aunque sólo son suposiciones, lo cierto es que nunca he ganado… pero supongo que el resultado de ganar sería parecido.
Ya me está dando un jaque con la torre… quiere rematarme con la reina recién coronada, se le ven las intenciones… pero nada puede hacerse, esto está perdido desde hace muchas jugadas… incluso desde antes de empezar.
Ahora que lo pienso, hay una jugada que me salvaría de la derrota… si muero yo, entonces mi rey estará a salvo… la partida sería nula, supongo… nadie dirá que me he retirado, porque no se puede comparar la muerte con una retirada… la muerte tiene vida propia, según dicen algunos… la retirada es la deshonra de vivir, según dicen otros.
Debería pensar en cómo prolongar esta agonía, y no en mi muerte… soy un caballero, y hay que seguir jugando hasta el final… y seguir viviendo hasta el final… mi rival es muy bueno, pero podría despistarse, y si se equivoca en una sola jugada, entonces… podría desplazar ese alfil al extremo del tablero, y amenazar con él al mismo tiempo su nueva reina y su viejo rey… entonces tendría que elegir.
Empiezo a confundir el latido de mi corazón con el tic tac del reloj… el reloj suena más fuerte, pero mi corazón suena más cerca… me pregunto si mi rival oirá este latido, y eso le hará apiadarse de mí… voy a mirarle un momento… nadie puede acusarme de ladrón por lanzarle una mirada furtiva… no despega la vista del tablero, parece que vive ahí, en ese reino con dos reinas y un rey… si existiera, el reino sería convulso… habría que matar a una reina para que el rey pudiera vivir… o matar al rey, y dejar luego que las reinas se mataran entre ellas… al final tal vez acabase gobernando un caballo… no lo había pensado, pero es gracioso que en el ajedrez valgan más los caballos que los peones… los peones parecen personas, obreros, soldados… los caballos son bestias… si este juego tuviera lógica, los peones deberían montar encima de los caballos y dirigirlos… pero es al revés, son los caballos los que saltan por encima de los peones.
Estoy empezando a delirar… creo que es porque en la siguiente jugada me van a dar el jaque mate, y eso siempre me pone muy nervioso… el condenado a muerte se debe de sentir igual… sabes que vas a perder, y eso es parecido a saber que vas a morir… por lo menos en el ajedrez.
Ya está, por fin ha matado al rey… aunque en realidad no lo mata, ni se lo come ni nada… simplemente lo señala, lo domina, le dice “de ahí no pasas, esto es un jaque mate”… pero no se le puede ahogar… aunque el ahogo conlleva la muerte, la verdad no entiendo tantas distinciones… el caso es que por fin he perdido, y puedo darle la mano a ese señor tan elegante… pero no voy a poder tomar nada con él, porque a mi izquierda hay otro pardillo como yo… que también anhela jugar una partida sin saber que le van a dar el jaque mate, y que no hay remedio ni esperanza de evitarlo.
Me gusta...es mi primer comentario en tu blog y solo t puedo decir q me gusta este relato, me gusta cómo narras y cómo escribes, espero de verdad de todo corazón q consigas alcanzar tu sueño (y yo el mío xD) porque t lo mereces =)
ResponderEliminarMuchas gracias :)
ResponderEliminarEspero que nunca le den el jaque mate a nuestros sueños.