La novela que estoy preparando parte de un
supuesto apocalíptico: la desaparición a escala global de internet. El
protagonista, un joven poco sociable que pretende instaurar un negocio online,
se siente completamente desorientado al perder su universo virtual: sus
seguidores en las redes sociales que jamás lo reconocerían en la calle, su blog
donde publica artículos sobre marketing en internet, sus numerosos contactos de
email… Sin llegar al extremo de los hikikomoris japoneses, que pueden pasarse
años encerrados en su habitación con la única compañía de ordenador, televisión
y videoconsola, mi personaje vive en una burbuja que se romperá en un segundo
fatídico y lo dejará desnudo, indefenso ante una sociedad convulsionada por la
pérdida de internet.
¿Qué consecuencias creéis que tendría en nuestras vidas una desconexión global? ¿Os imagináis una vida sin internet? Se dice que esta modifica incluso nuestra forma de pensar. Mientras que algunos como José Cervera consideran que los hipervínculos son una buena
proyección del funcionamiento del cerebro humano, otros investigadores como Nicholas Carr temen que la red nos esté volviendo superficiales y acríticos, si no lo ha hecho ya.
Este debate se plantea desde diferentes
perspectivas generacionales, sociológicas, culturales… Lo cierto es que la
mayoría de personas no ancianas nos conectamos a internet y no estamos
dispuestos a prescindir de ella. Pero no todos. Paul Miller, un joven residente
en New York, diseñador web y escritor para medios de tecnología, decidió
exiliarse por completo del mundo online durante doce meses. Declaraba: “A
principios de 2012 yo tenía 26 años y ya estaba exhausto. Necesitaba un
descanso de la vida moderna, esa rueda de hámster alrededor de las bandejas de
entrada de tu correo electrónico y el constante flujo de información desde la
WWW, que parecían consumir mi cordura. Quería escapar”. Se dedicó a escribir
una serie de artículos sobre su experiencia cuya lectura os recomiendo: http://pijamasurf.com/2013/05/lecciones-tras-un-ano-sin-internet/
Internet tiene el color que
nosotros le pintamos. Puede utilizarse para derrocar regímenes totalitarios,
para difundir pornografía infantil o para subir las fotos de nuestras mascotas.
Su popularización ha transformado el modo en que nos comunicamos, ¿pero cómo
sería una vuelta atrás? ¿Nos limitaríamos a vivir igual que antes o ya nunca
volveríamos a ser los mismos? En mi novela indago sobre estas y otras
cuestiones. Por fortuna, nadie tiene las respuestas definitivas.
Perspectiva interesante :)
ResponderEliminarNo hay que dejarse chupar por la bruja.
ResponderEliminarEs verdad que a veces internet parece que nos chupa la sangre como una bruja. Nunca hay que olvidarse de que hay un mundo ahí fuera, aunque el llamado mundo "virtual" tiene cada vez más consecuencias sobre el llamado "real".
ResponderEliminarMe parece que con estas nuevas tecnologías, el hombre ha puesto el arte de ser y de hacerse, a gran escala, más allá de toda comparación "natural". En otras palabras, con internet el ser humano está tocando el profundo modo de ser creador. De hecho, creó el "espacio virtual", totalmente desconocido para las sociedades anteriores a las WWW.
ResponderEliminarSaludos
Internet y las redes sociales son como vampiros, te envuelven, te seducen, te atrapan y cuando te das cuenta ya eres un adicto..
ResponderEliminarPienso que esto sucede mas hoy, porque cada vez existe menos tiempo para compartir con las personas y siempre estamos corriendo contra el tiempo, entonces necesitamos sentirnos de cierta forma acompañados y valorizados por otros, el ejemplo esta en las redes en las en que tienes seguidores y mientras demuestres que muchos mas te siguen, te sientes casi que un famoso del Internet.
Me parecen muy interesantes vuestros comentarios. En el fondo casi todos los inventos del ser humano son maneras de combatir contra la soledad que nos atenaza. El personaje de mi novela se dará cuenta de lo solo que está al desvanecerse ese mundo virtual que se ha creado.
ResponderEliminarTambién creo que una desaparición de internet supondría un freno al mundo globalizado. Cada nación se encerraría más en sí misma al cortarse el flujo de información casi infinita que permite, entre otras cosas, espiar a aliados y enemigos.
Saludos y gracias a los dos por vuestra aportación.
Muy interesante... La gente hoy en día no es capaz de vivir sin Internet. Lo primero que me ha venido a la mente de un mundo sin comunicación social por este medio, sería estar de nuevo totalmente a ciegas con lo que pasa en el mundo, estando totalmente a merced de lo que nos digan (sea mentira o verdad) los periódicos y las cadenas de televisión y radio.
ResponderEliminarQuizá no lleguemos nunca a ese extremo, donde eramos fácilmente manipulados, pero tampoco me gustaría llegar al otro extremo, donde no seríamos nadie sin nuestros seguidores o redes sociales.
Mucha suerte :)
Creo que haces un buen diagnóstico, Amanda. Hace muchos años un tal Aristóteles decía que en el término medio está la virtud, pero parece que aún no nos hemos dado cuenta. En mi novela los políticos y los medios de comunicación no están demasiado preocupados por la desaparición de internet, ya que eso les permite retomar algunos vicios de poder que la red de redes ha destruido.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y tus buenos deseos :)
Creo que la redes sociales, tomadas como medicina para el conocimiento, es un gran avance, pero hay que dosificarlas para no llegar a la sobredosis.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Así es, es bueno que haya redes que nos conecten con muchas personas, pero con frecuencia se usan de manera tan banal que son una pérdida de tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo, Fus