¡A cuántos goces renuncian quienes aspiran a una gota en la memoria de hombres y mujeres de épocas distantes! ¡Qué irónica inmortalidad les confunde! ¿De qué placeres disfrutan en sus tumbas cuando se leen sus nombres? ¿Qué mota de polvo les hincha su pecho de huesos? ¿Sonríen, acaso, si alguien señala sus sarcófagos con el dedo de la indiferencia?
Y, sin embargo, cada emoción que suscitan sus obras es como un guiño del tiempo, un agujero de luz en el espacio. Tiene sentido cavar el hoyo de la inmortalidad, después de todo, pues existe una conciencia divina o humana, un hálito que recorre los siglos y remueve los cimientos de lo sublime, ensalzándolo por encima de lo vulgar.
Tan solo me entristece la certeza de que muchos milagros se han perdido, de que muchas historias se han olvidado. Mas, pese a todo, la fragua de la eternidad no se detiene nunca. Reverberan canciones en el eco de las piedras, se oyen poéticos silencios y una misteriosa nube continúa derramando la lluvia de la creación.
Es lo que yo me pregunto siempre: ¿De qué sirve la vida, si todo termina con la muerte?
ResponderEliminarMuy buena refelxión, Carlos.
Va un twiteo :)
Gracias, Sergio. Este es uno de mis temas recurrentes. Aunque la muerte es igual para todos, la grandeza del arte permite una conexión más allá de las limitaciones físicas y temporales.
ResponderEliminarUn abrazo
En la muerte está ese mar en que los poetas no dejan de bañarse. Su oleaje es tan poderoso que a más de uno le quitó la razón de por vida; pero a cambio, le dejó toda la imaginación del cosmos. Son pocos, muy pocos, los que han experimentado esta suerte de poetas.
ResponderEliminarSaludos
Se me ocurren algunos como Poe, Baudelaire o Verlaine. Gracias por dejar tu gota de poesía en el blog, Bocanegra.
ResponderEliminarSaludos
La creación es una fuerza imparable, permanente, respirable aún tras la muerte.
ResponderEliminarUn magnífico texto, Carlos Gamissans!
Gracias. Los seres humanos necesitamos crear para sentirnos realizados, aunque solo unos pocos elegidos logran transmitir su obra más allá de la muerte.
ResponderEliminarMuy onírico sin duda, "Reverberan canciones en el eco de las piedras" preciosas palabras y muy existencialistas. Un saludo :)
ResponderEliminarMe alegro de que te gustaran mis palabras :)
ResponderEliminarExistencialistas o no, al menos hablan de conceptos que espero que nunca dejen de existir.
¡Saludos!
Un placer leerlo, y eso es suficiente. Además, muy interesante. Bravo.
ResponderEliminarSaludos.
Preciosas palabras, que gran sueño el de sobrevivirse a uno mismo a través de la propia creación.
ResponderEliminarUn saludo
Es cierto que muchos personajes en nuestra historia han tenido como objetivo prioritario en su vida alcanzar la inmortaldiad a través de la memoria.
ResponderEliminarNo obstante, todos podemos ser inmortales, al ser recordados por la gente cercana que nos rodea. A ser posible, que nos recuerden para bien.
Andrómaca
Esto de escribir también es una creación que quedará aún despúes que partimos de este mundo.
ResponderEliminarQuedarán las letras que hablarán por nuestros corazones, nuestros sentimientos y alguien nos recordará.
Muy reflexiva tu publicación!!
Abrazos y bonito fin de semana.
¡Cuán ciertas son tus palabras, amigo Carlos! La inmortalidad a través del arte es el sueño perseguido por muchos, anhelo inalcanzable para la mayoría.
ResponderEliminarUn abrazo.
Francisco
Es una alegría profunda que mi reflexión haya generado vuestro interés y vuestros comentarios, como siempre muy enriquecedores. Agradezco igualmente sus aportaciones a los nuevos participantes y a los comentaristas clásicos.
ResponderEliminarAbrazos
Interesante es plantearse la pregunta contraria. ¿Están realmente muertos quienes siguen vivos en la memoria? Soy de los que creen que la vida sólo vale la pena, si aquellos que viven otras distantes creen que tu paso por el mundo efectivamente la valió. Ciertamente se puede ser feliz y pasar sin pena ni gloria, pero ese paso será un sinsentido entre millones iguales. Como si se leyese un libro por el sólo placer de leer, sin pretender sacar de él nada valioso, más que ese placer.
ResponderEliminarDejo mi comentario sobre esta entrada que me ha parecido especial y particularmente hermosa.
ResponderEliminarEscribes mucho y muy bien, te felicito por ello.
Pasaré con frecuencia para leer largo, tendido y reposadamente.
Mis más cordiales saludos.