La naturaleza desnuda es exuberante en su sencillez. Así lo revela, por ejemplo, un paseo por el Canal Imperial de Aragón. Allí un hilo invisible teje las copas de los árboles. El río esconde su rostro entre la libre vegetación. Donde no pisa el hombre, la hierba crece más tranquila. El agua se platea en un estancamiento suave. Al respirar el aire de las flores, una energía nueva revive tus pulmones. ¡Y qué bonito es el dulce desangramiento que las amapolas provocan en los campos!
Los vegetales son el instrumento musical que toca el viento. Bailan los tallos y las flores, abanicando sus aromas. Hasta el estiércol huele bien si lo remueve el cierzo. Mientras tanto, los animales se esconden en sus húmedas guaridas. ¡Cuántos paisajes reflejan en sus ojos la beldad del entorno! ¡Cuántas maravillas nos vedan nuestras limitaciones físicas! ¡Cuántos cuadros hermosos escapan a nuestros sentidos!
Nunca el hombre se siente tan prescindible como al rodearse de naturaleza. Se da cuenta de que los árboles, las piedras, los insectos y las flores no le necesitan en absoluto para existir. Las ciudades no se entienden sin los seres humanos que las construyen y las pueblan. Sin embargo, en plena naturaleza es el hombre quien se vuelve anomalía.
Tu capacidad expresiva es sorprendente. Dibujas con las acuaerelas de tus palabras un paisaje idílico. Cuantas verdades aparentemente evidentes has destapado con sencillas afirmaciones.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Francisco
La Naturaleza verdaderamente es un Imperio, y somos nosotros lis que tratamos y tratamos de doblegar sus reinos....somos esa anomalía...
ResponderEliminarUn saludo enorme.
Con cada entrada que pones, me doy cuenta lo bueno que eres...me encanta lo que escribes, dices las cosas de una forma armónica, que llega. Eres fenomenal y sé que llegarás lejos (L)
ResponderEliminarLa naturaleza es sabia y nos pone en nuestro lugar,que no es otro que formar parte de ella.Eso sí...si supiésemos hacerlo y entenderlo,que no es el caso.
ResponderEliminarUn beso.
Hemos convertido lo que debería ser una forma de convivencia común a todas las especies en algo extraño y ajeno para nosotros. El ser humano ha creado su propio ecosistema, pero sigue dependiendo de la naturaleza en la obtención de los recursos que requiere. Sin renunciar al avance tecnológico, es muy necesario esforzarse en reconciliarnos con ella. Lo que ofrece ha saciado a los seres vivos durante muchos millones de años. ¿Por qué no a nosotros?
ResponderEliminarSaludos a todos y gracias por vuestros comentarios.
Es muy dificil describir el entorno. La belleza a veces se desborda y no cabe dentro de nuestras palabras. Pero tú lo haces muy bien. Es un placer leerte. Te sigo.
ResponderEliminarHola Carlos. He visto tu comentario en mi blog. Gracias por visitarlo. Yo he podido leer la primera entrada del tuyo y ¡UF! eres bueno. Cuando tenga un rato leeré el resto. De momento, me he hecho seguidora. No sé si has publicado aún, ánimo porque seguro que se te rifan. Un besote.
ResponderEliminarOs doy la bienvenida a los dos y me alegran vuestras palabras amables. No se me rifan ni mucho menos, pero espero publicar el año que viene un libro de relatos, si todo va bien. De momento publico libremente en el blog, recibo vuestros comentarios y aprendo de ellos, que no es poco.
ResponderEliminarMuy cierto. La naturaleza se teje por sí sola, sin la mínima necesidad del hombre. Somos tan innecesarios para ella.
ResponderEliminarY pensar que existió primero. Todo tiene un motivo.
El problema del hombre actual es que no se acomoda a la naturaleza y siempre busca acomodarla a él, aunque con ello termine destruyéndola.
ResponderEliminarUno más que te ha leído.
Saludos.
Por desgracia, el hombre es demasiado orgulloso como para comprender que su presencia constituye tan solo un eslabón más dentro de la naturaleza. La vida en el planeta seguiría fluyendo si nosotros no existiéramos (de hecho, es probable que hubiera mucha más diversidad, pues hemos arrinconado a innumerables especies).
ResponderEliminarEstupenda reflexión la que mana de tus palabras. Efectivamente la naturaleza fluye por si misma y no necesita del hombre para nada...Es más el hombre es el veneno más mortífero y dañino para la naturaleza...
ResponderEliminarSaludos
Hola! Soy la administradora del blog Dentro de mi cabeza y estoy avisando a los seguidores del blog que cambié el URL del blog y ahora es http://s-dentrodemicabeza.blogspot.com
ResponderEliminarDisculpa las molestias :)
Saludos:
ResponderEliminarSe nos escapa de las manos. Lo ves en muchos de los caminos que transitas. Lo descubres tras los siniestros del verano. Lo lees en la prensa. El ser humano se ha lanzado a una feroz carrera por agotar la vida, y sin ella...no alcazaremos que la historia se convierta en futuro. Excelente blog.