Hoy he recopilado diez reflexiones
de autores destacados sobre el arte y oficio de la escritura. Si os apetece las
comentamos y debatimos. Por supuesto, la única manera de escribir bien es
dedicándole muchas horas, y de todos modos la brillantez no está al alcance de
cualquiera. Por otro lado, alguna de las recomendaciones se contradice en
cierta medida (la escritura no es una ciencia exacta). Pero he querido
compartirlas porque no deja de ser interesante leer los comentarios de estos
artistas de la palabra.
“Se debería esperar y
saquear toda una vida, a ser posible una larga vida; y después, por fin, más
tarde, quizá se sabrían escribir las diez líneas que serían buenas. Pues los
versos no son, como creen algunos, sentimientos (se tienen siempre demasiado
pronto), son experiencias”. (Rilke)
“El novelista nunca debe sentirse satisfecho con lo que hace. Lo que se hace nunca es tan bueno como podría ser. Siempre hay que soñar y apuntar más alto de lo que uno sabe que puede apuntar. No preocuparse por ser mejor que sus contemporáneos o sus predecesores. Tratar de ser mejor que uno mismo. Uno tiene que aprender a través de sus propios errores; la gente sólo aprende a través del error”. (William Faulkner)
“Toda novela es sólo la
sombra de otra, perfecta y arquetípica, que el escritor ha vislumbrado en sus
sueños”. (Luis Landero)
“El escritor corrige con
la cabeza, pero escribe con el corazón. Escribe con su vida, sus viernes
soleados, sus besos, sus astillas, sus zozobras, sus huecos. Escribe con las
cosas más extrañas imaginables, pero no con la cabeza”. (Mijaíl Bajtin)
“Escribamos a diario,
escribamos libremente, pero comparemos siempre lo que hemos escrito con lo que
los grandes escritores escribieron. Es humillante, pero es esencial. Si
pretendemos conservar y crear, sólo de esta manera lo conseguiremos. Y vamos a
hacer ambas cosas”. (Virginia Woolf)
“El tacto del buen
prosista en la elección de sus medios consiste en aproximarse a la poesía hasta
rozarla, pero sin franquear jamás el límite que la separa”. (Nietzsche)
“Cada historia trae consigo su propia técnica. Lo importante es descubrirla”. (Gabriel García Márquez)
“No escribas bajo el
imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de
revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino”. (Horacio
Quiroga)
Completamente de acuerdo con Faulkner
ResponderEliminarFaulkner sabía de lo que hablaba. Esta entrevista es de las mejores que he leído a cualquier escritor. En ella enuncia su fórmula para ser un gran novelista: 99% de talento... 99% de disciplina... 99% de trabajo. http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/faulkner.htm
ResponderEliminarjeje, Yo también estoy totalmente de acuerdo con Faulkner. Creo que lo único que se puede hacer es ser exigente con el trabajo propio. Lo demás es otra cosa. Estoy leyendo a Baise Cendrars y con un solo capítulo me ha hecho cambiar todo lo que pensaba sobre la literaturatura... este tío era manco, no tenía muhcas oportunidades para escribir, así que cuando lo hacía estaba totalmente convencido, nada de escribir todos los días y esperar que algún día lo que has escrito sea bueno!!
ResponderEliminarMe quedo con Virginia Woolf. Es mi musa y adoro sus letras, porque son igual que un río cuando se desborda y anega cada rincón y cada hueco y entonces surge un interior lleno de brillantes luces; de transparentes visillos ondeantes que llevan anclados todo lo que ese río guarda.
ResponderEliminarSaludos.
Virginia Woolf es una de mis asignaturas literarias pendientes, tengo algún libro suyo en casa y tal vez me adentre en sus letras cuando termine los que leo ahora. En cuanto a la exigencia, siempre se ha dicho que lo que diferencia a los escritores de verdad de los aficionados es que nunca están satisfechos con lo que escriben, siempre quieren dar un paso más en la conquista de su propio estilo.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias a todos por vuestros comentarios, se echaban de menos.
Maravillosa la reflexion de John Berger.Hace poco me interioricé sobre el lenguaje de unos nativos del Amazonas brasileño en el cual tienen palabras únicas para narrar descriptibamente situaciones con varias secuencias.En nuestros idiomas "civilizados" nos faltan palabras-semblanzas (quizá como una paradoja feliz) razón por la cual estamos obligados a describir situaciones en detalle mediante frases.Esta "carencia" da paso a una modalidad artística que nos trasporta a una apreciación de belleza onírica;la poesía y desde ella a todo el abanico literario.Un gran saludo para todos.
ResponderEliminarTambién es buena tu reflexión, Miguel. Parece un sistema práctico el que utilizan en el Amazonas. En todo caso, la palabra nunca podrá abarcar por completo la existencia humana. Ser consciente de ello te permite escribir con mayor liberación, y te hace ver que la palabra nunca se agotará, que su radical insuficiencia supondrá una motivación inacabable. No se escribirá nunca la novela que explique el alma humana en todos sus recovecos, y por eso vale la pena seguir escribiendo una novela tras otra.
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