No es posible ser tan devoto de tus ojos,
si aún no conozco la mirada
con la que me atarás a ellos.
No es posible adorar tanto esos labios
que se desvanecen en cuanto te nombro.
No es posible que admire tu piel,
si ignoro el perfume que exhala
y el tacto que desprende.
No es posible tocar tu cara,
cuando su verdadero nombre soledad se llama.
No es posible enamorarse de tu apodo de siempre,
sin hallar un lugar donde convivan en armonía
esas cuatro letras extraviadas,
que de tanto soñarlas
quedaron en un sueño atrapadas.
¿Qué puedo añadir yo? Precioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro de que te gustara, Dani. Estoy volviendo a leer algunos de mis viejos poemas y a revisarlos, y este es de los que más me gustó dentro de los que podríamos definir como románticos.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
No te conocía esta faceta poética, Carlos, hermosas palabras que definen el amor, uno que aún no se conoce y se espera.
ResponderEliminarUn beso!
Blanca
He escrito bastantes poemas, aunque es una faceta que últimamente tengo algo olvidada, y que me gustaría recuperar. Gracias por apreciar mis versos, Blanca.
ResponderEliminar¡Besos!
Sí, yo creo que todos los escritores pasamos por una etapa poética que, indudablemente, aunque nos decantemos antes o después por la novela, siempre ayuda a la formación de un escritor. Me ha encantado, es un poema muy bello. No es posible que uno no sienta amor al leer tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo =)