La única manera de firmar un armisticio con uno mismo es acordarse de los recuerdos a olvidar. Además debe especificarse la prohibición de que dichos recuerdos jamás acudan durante los sueños – ni en cualquier otro estado de consciencia o semi-consciencia – a la mente o al corazón del firmante. También han de establecerse fechas de caducidad para los rencores, la abolición de la nostalgia y las limitaciones del enamoramiento, sometido a exigentes criterios de calidad.
En caso de incumplimiento de contrato el corazón se depositará en stock. Allí será curado mediante tratamiento de shock para su reingreso al mercado de valores, donde, como es lógico, no valdrá nada en caso de no existir demanda. Cada reconstrucción cardíaca tendrá un coste proporcional al esfuerzo demandado en su recuperación: a mayor dolor, mayor precio. No se contempla ningún tipo de responsabilidad legal en caso de suicidio, asesinato, agresión sexual o indigestión, siendo el firmante el único depositario de su conciencia y el único sujeto punible.
Si se detecta corrupción interna el contrato se descompondrá al instante, convirtiéndose en una masa informe e ilegible de papel salmón. En caso de duda acerca de los términos, expresados sin gran concreción con objeto de permitir un alto nivel de interpretación personal, se puede consultar un número de teléfono que figura en la zona dorsal de su espalda (justo donde no alcanza a verlo).
Que razón tienes Carlos Gamissans, te felicito por tu observación y valentía
ResponderEliminarGracias por tu comentario, no por anónimo menos valioso para mí.
ResponderEliminarQué arte, tío...
ResponderEliminarUn abrazo.
Francisco
Muy bien, Carlos. Los cáusticos divertimentos ayudan a encontrar otros órdenes y otros niveles para las emociones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso intentamos, aunque nunca sepa uno si es bueno encontrar lo que se busca.
ResponderEliminarAbrazos
"La única manera de firmar un armisticio con uno mismo es acordarse de los recuerdos a olvidar."
ResponderEliminarMe gusta la fina ironía de tu texto.
Un saludo!
Blanca
En mi opinión, la ironía es una de las mejores formas de aproximarse a la realidad. Un saludo y gracias por tu comentario, Blanca.
ResponderEliminarEl mejor ensayo que te he leido, ¡ME HA ENCANTAO!
ResponderEliminarSobre todo, el nivel de ironía, alto, pero sin pasarse. Un abrazo campeón¡
Muy buen texto. Ingenioso y elegante.
ResponderEliminarAh, y te felicito por el premio. ¡Tienes un gran futuro!
Gracias a los dos por comentar. Lo único certero del futuro es que se acabará algún día, pero antes del fin procuraré que me pasen algunas cosas buenas.
ResponderEliminarSaludos
"La única manera de firmar un armisticio con uno mismo es acordarse de los recuerdos a olvidar. Además debe especificarse la prohibición de que dichos recuerdos jamás acudan durante los sueños – ni en cualquier otro estado de consciencia o semi-consciencia – a la mente o al corazón del firmante. También han de establecerse fechas de caducidad para los rencores, la abolición de la nostalgia y las limitaciones del enamoramiento..."".
ResponderEliminarEsta parte me parece genial.
Qué importante es estar bien con uno mismo; olvidar el rencor que corroe nuestro corazón...y no es fácil.
Saludos.
Así es, hay que dejarse llevar por los sentimientos positivos y transformar los malos momentos en experiencias enriquecedoras. Me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarUn saludo
Me ha encantado, aunque lo haya tenido que leer tres veces para entender solo la tercera parte.
ResponderEliminarValora en upnews.es: La única manera de firmar un armisticio con uno mismo es acordarse de los recuerdos a olvidar. Además debe especificarse la prohibici...