El viaje por la propia mente es infinito.
Sin fronteras ni signos ortográficos,
llena la vida de paisajes invisibles.
Somos errantes de nuestro propio pensamiento.
El hallazgo radica en no encontrarlo,
en no fosilizar el intelecto en las categorías de la lógica.
Ser creativo es ser viajero,
aun náufrago de un océano tantas veces seco.
No soy consciente de ser nada,
y tal vez por ello sea muchas cosas que no caben en las palabras.
Cosas hechas de bruma, sin forma definida, sin significado concreto,
múltiples y solitarias gotas que caen en silencio.
No soy consciente de ser nada,
ResponderEliminary tal vez por ello sea muchas cosas que no caben en las palabras.
Estos dos versos, donde se reconoce la contradicciones de ser o no ser, te llevan a una propia filosofìa personal.
un fuerte saludo
fus
Como bien escribió Hesse en su magnífica obra "El lobo estepario", los seres humanos son más ricos cuanto más múltiples se muestran. A eso aspiro. Gracias por tu comentario, fus.
ResponderEliminar¡Saludos!
El ser, la realidad, es objetiva, distinta a la subjetividad de tu mente, que forma parte de esa realidad.
ResponderEliminarExplora la realidad y conocerás mejor tu mente.
Espero conocer muchas cosas, pero sin perder tampoco la subjetividad, que es lo que me hace distinto de las rocas y los metales.
ResponderEliminarA menudo la coherencia reside en lo contradictorio. Encontrarse perdido o volverse a perder por primera vez...
ResponderEliminarUn saludo,
Miguel
Eso mismo pienso yo, Miguel. Cambiar de parecer es más sabio que empecinarse en el error.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Me encanta ese "sin fronteras ni signos ortográficos".
ResponderEliminarBss
¡Un poema tan lleno de melancolía..!
ResponderEliminar¡¡Gracias por crear, Carlos!!
Gracias a vosotros por leer y expresaros en el blog. Este poema lo escribí casi en un impulso, me alegro de que os haya gustado.
ResponderEliminarAbrazos